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Explicar cómo bailar porro o fandango requiere conocimiento y experiencia. En La Prensa Web hablamos con Margarita Cantero Pérez, una autoridad en el tema. Margarita nació en Sabana Nueva, corregimiento de San Pelayo. Es licenciada en Biología y Química (1979) y especialista en Diseño de Textos Escolares (1998). Desde 1981 es la directora del grupo de danzas Catalina, de Carrillo, grupo por el que han pasado más de quinientos aprendices de las danzas del Sinú. Entre sus publicaciones: El Fandango Sinuano (1988) y El Fandango en el Caribe Colombiano (2000).
Esta mujer es amante de las décimas, no en vano todos sus hermanos son decimeros y Sabana Nueva es reconocida por ser cuna de numerosos talentos. Cuando habla de las danzas que ha practicado y enseñado durante casi toda la vida, se emociona y cuenta en detalle cada movimiento. Esta es la radiografía que hace Margarita del baile de dos hermanos inseparables: porro y fandango.
LPW: ¿Le gusta el porro?
MCP: Todo el mundo habla de porro. A mí particularmente me gusta más la danza del fandango. La rueda de fandango es alegre y el fandango es la entrada. Así se concibe dentro de ‘la gran rueda del fandango’ o ‘la gran rueda del trópico’, como la llamó don Antolín Díaz. Esn ese círculo donde se materializan las danzas sinuanas: porro, fandango y la seca -que es única y que está en proceso de recuperación por parte del grupo de danza Catalina, el cual dirijo-.
Me parece una injusticia que se hable de porro y se dejen de lado esos otros dos géneros maravillosos.
¿Cómo diferenciar un porro y un fandango?
El porro y el fandango son ritmos danzas que adquieren materialidad dentro de la gran rueda del trópico. Son ritmos hermanos que tienen en común las vueltas, el zigzagueo permanente, el porte de los elementos parafernales como: la vela, el sombrero vueltiao, el vestuario, las abarcas, los adornos florales que lleva la danzante, y sobre todo la alegría y la magia vital que caracterizan al hombre y a la mujer sinuana. El porro es más lento y el fandango es pura alegría.
¿Qué es un fandango fiesta?
El fandango fiesta es una celebración que se hace en los pueblos en honor a los santos patronos. En Carrillo se hace el 25 de noviembre, día de Santa Catalina. Inicia con el alba, la banda recorre el pueblo despertando a todo el mundo, anunciando que es tiempo de fiesta, tiempo de divertirse y de crear porque se está libre, y cuando se está libre se inventa. En esos días mágicos abundan los platos típicos, la invitación de los amigos, se celebra la gran misa, hay carreras de caballo y a las 9:00 p.m. llega la gran rueda de fandango, allí asisten todas las clases sociales a ver bailar. Es tan bello porque todos van sencillamente a ver bailar a los danzantes.
¿Por qué se llama “rueda de fandango” y no “rueda del porro”?
Los abuelos dicen que “el fandango se va a prender” como vaticinio al espectáculo que está por empezar. El ritmo danza que prende esa rueda del trópico es el fandango, es algo automático. En varias ocasiones les he preguntado a los músicos de banda a qué se debe que sea un fandango y no un porro el ritmo que abre la rueda y ninguno sabe por qué, lo cierto es que son conscientes de que es una regla general. Yo pienso que es por lo alegre, por lo contagioso. El fandango es como el primer trago que tú te tomas para iniciar un diálogo.
¿Cuál es el embrujo que tiene esa rueda?
El fandango no nació en la rueda, pero se quedó allí. Nació en las piquerias: de Sabana Nueva al Bongo, del Bongo al Carito y así sucesivamente. En esa circunferencia, la banda está en el centro montada sobre unos bancos y alrededor de ella están los bailadores de fandango. Se les dice bailadores de fandango, no de porro, aunque bailen porro. Las parejas bailan en sentido opuesto a las manecillas del reloj. Después de ese redondel sigue otra rueda en la que están los espectadores pendientes de los bailadores y más allá están los vendedores: mesas de juego de azar, de fritos, de todo. Aquello tan hermoso parece una vía láctea.
Cuando ese primer fandango que sonó ha terminado los bailadores y el público piden los porros tradicionales instrumentales: El pájaro, El pilón, Catalina, Lorenza, El sapo viejo. La locura y el frenesí se apoderan de ellos.
¿Son amigos o enemigos esos dos ritmos?
El porro y el fandango son danzas hermanas y se aman los dos, además de eso son interpretadas por nuestras bandas pelayeras. Uno queda contagiado en esa rueda, que es como un imán que atrae y con el que te animas a bailar, a guapirrear a los amigos, a darles un trago fresco, a coger un poco de la esperma derretida, que no es otra cosa que el trofeo de la bailadora. Debo aclarar que el legítimo bailador de fandango no se emborracha, se emborracha, pero de alegría y esa alegría contagia a todos. Es una belleza, a veces van 20 o 30 bailadores y con la rueda prendida en su ‘gira y gira’ es algo frenético, es una locura. El fandango es una locura colectiva de infinita y contagiosa alegría.
¿Cómo funciona la rueda de fandango?
Para empezar la rueda de fandango, la banda primero da tres toques en el bombo. Al tercer toque los músicos están sobre los bancos. Ese pom, pom, pom son como las campanas cuando llaman a misa, la gente busca su pareja, los amigos se encuentran en la rueda. Como antes no había luz eléctrica, la vela cumplía la función de alumbrar ese espacio amplio. Bailar fandango y porro es un ritual de amor, un amor que fue prohibido por la Iglesia Católica y que solamente queda en gestos de acercamiento puesto que no se le permite al hombre tocar a la mujer, solo acercarse, insinuarse. Él se muestra inquieto y ella lo aparta con su manojo de velas. La vela es el lucimiento en la rueda, no puede haber fandango sin velas. La esperma se derrite y cae al piso, la gran bailadora de porro y de fandango no se deja salpicar. Ese simbolismo no es otra cosa que una alusión al aspecto sexual: el esperma equivale a la fecundación, representa al gameto masculino que se encuentra con el óvulo para que haya fecundación. Eso es mágico.
Es de gentileza y caballerosidad que el parejo generalmente lleve su pañuelo, lo tome y amarre las velas de su compañera para que ella no se queme y para que no se disperse el esperma. El pañuelo termina siendo de ella, que lo luce mientras hace su giro fantástico entorno a los músicos como si fuera un lazo o un pañal amarrado en sus manos.
En ese ritual de sentimiento, cuando bailan él se muestra amoroso y varonil y ella luce coqueta. Es una explosión en la que hombre y mujer no se tocan, apenas se insinúan.
¿El vestuario a qué se debe?
El colorido del vestuario de nuestras danzas responde a la influencia española: falda amplia con canesú y una, dos o tres sayas. Esa falda debe ser de tela suave para que levante vaporosa y ayude a la mujer a defenderse del asedio del conquistador. Los movimientos del fandango y del porro están centrados en la cadera de la hembra sinuana, que se mese como un péndulo de un lado a otro, la forma de la falda es precisa para resaltarlo. Debajo de la falda va un pollerín, que da amplitud al vestuario y que también se usa por cuestión de higiene ya que recoge el sudor. Esa higiene no fue heredada de los españoles sino de los Zenúes. Según los españoles, los Zenúes se bañaban dos y tres veces al día y no tenían el olor de la sobaquina que aún tienen los colonos (risas).
La falda va acompañada por una blusa blanca de escote cuadrado llamada camisola, que es creación de las abuelas y que reemplazó el corcel y la chaqueta que trajeron las damas españolas. La camisola trae un rombo debajo del brazo que permite el levantamiento de este para bailar y para realizar todo tipo de oficios caseros.
La mujer debe llevar la mano derecha ocupada con las velas y la falda con su mano izquierda, se la lleva atrás, adelante, la levanta. En la cabeza de la dama está todo el trópico y el sector ecuatorial: flores autóctonas, aretes, collares y cabello recogido porque puede caerle vela o se lo pueden quemar.
¿Y el hombre?
El hombre luce orgulloso con su sombrero vueltiao y sus abarcas tres puntás. Él es quien compra las velas. Por lo general lleva pantalón caqui o blanco, camisa de pechera blanca, con manga amplia para que brille y se luzca.
¿Cómo se baila porro y fandango en la rueda de fandango?
El porro y el fandango son danzas que están a cm y medio de la superficie del suelo y en esas danzas es constante el zigzagueo en trenza, que adquiere la forma del tejido del sombrero vueltiao o de los caminos para ir a Urrá debido a que las parejas deben mirar a los músicos, ubicados a su izquierda y al público, a su derecha. Bailan y miran de un lado a otro. Las vueltas son las que generan el encantamiento en los espectadores.
El bailador debe ser un elástico que se agacha, que simula abrazarla, total: él debe hacer todo eso para conquistar a la dama y ella, coqueta, es como una modelo muy rápida que intenta perdérsele en unas curvas impresionantes, él la sigue con la mirada mientras ella da la vuelta, la persigue, la acosa y la vuelve a acosar.
Son dos los que encarnan el ritual. Pueden estar veinte parejas en la rueda de fandango y si el espacio no alcanza se hace otra rueda y así sucesivamente.
¿Cuáles son los momentos de esas danzas?
En el porro se ve más ese momento de la conquista porque es más lento. En El binde, por ejemplo, se toca el danzón de introducción, que fue incluido para que en los salones de bailes de la época aceptaran nuestros porros instrumentales. Ese momento es un coqueteo constante: ella dice que sí y que no con sus movimientos, él la acompaña desde el lado izquierdo. La mujer luce serena y erguida, con sus brazos mirando las estrellas y él se pierde con sus abarcas tres puntás entre las vueltas que ella da, que son como abanicos españoles o como ochos, como las llamamos en el grupo Catalina. La danza es un arte visual y puedo decir mil cosas, pero la imagen vale más que mil palabras.
¿En qué lugares de Córdoba se hacen fandangos tradicionales?
Los fandangos más famosos actualmente en San Pelayo son los del corregimiento de Buenos Aires y los de La Trampa en el sector de Sabana Nueva. Allí, la noche se va en un instante. Son las 5:00 a.m. y todo el mundo luce orgulloso.
¿Cómo se preparan los pueblos para bailar en la rueda de fandango?
Si es una fiesta popular: vestido nuevo para estrenar en la fiesta. Toda la familia está pendiente. Es como una Semana Santa. Desde las 6:00 p.m. hay carreras de caballo. Al fandango, la pareja va con la familia, se escuchan los piropos, la gente se empareja. Cuando la banda suena todo el mundo sabe con quién va a bailar. Hay cantinas, fritos, venta de velas, de ron en mochila. Ella va bien arreglada y él, impecable.
¿Cómo se baila el porro pelayero?
Miguel Emiro Naranjo dice que en el porro pelayero son cuatro compases que anuncian que algo demasiado importante va a pasar. El hombre se va rindiendo y queda erguido y pendiente a que deje de sonar el bombo. Cuando se palitea, ese es un minuto eterno en el que se anuncia la llegada de la bozá del éxtass. El parejo no puede caer al suelo porque todo el mundo lo pisaría, pero deja caer su sombrero rendido con amor y ella no lo pisa, los dos empiezan a girar bis a bis hasta dar una vuelta completa de 360 grados, él se agacha y toma su sombrero cuando el porro arranca de nuevo con su danzón de introducción.
¿Es igual en el porro tapao?
El porro tapao, a diferencia del palitiao, no tiene una bozá. El porro tapao es para bailar en salón, con parejas agarradas de la mano. En este no se dan todas esas vueltas que se dan en el porro pelayero o palitiao. Cuando llega una especie de ‘pequeña bozá’ él suelta a la hembra, la retiene y otra vez la agarra. Este porro no tiene ese brillo y esa alegría, es más sofisticado, sutil, dotado de arreglos. Una muestra de ello son: Los sabores del porro, Mi manguelito o Carmen de Bolívar, que se prestan más para ser llevados a orquesta.
¿Se puede guapirrear mientras se baila?
Los pájaros trinan, los gorilas se golpean el pecho, todos los animales marcan su territorio. El guapirreo es un grito de pertenencia, un alarido de alegría que sale como lluvia cuando suena la orquesta, durante la bozá, cuando el parejo está en extasis. El guapirreo se aprende y los hay de toda clase: entre más fuertes, mejores.
¿Cómo hacer para proteger las danzas sinuanas?
Hay que proteger el fandango, esa es la base de todo. Ese es el epicentro en el que se encuentran: la banda, los danzantes,el decimero, los jugadores, el pueblo con sus ventas, toda la esencia del Sinú, todos sus actores. Si no se protege el fandango, perderemos la verdadera esencia de nuestras danzas.