Preocupados se encuentran los habitantes del barrio Río de Janeiro de Montería (Margen izquierda), porque los amigos de lo ajeno se tomaron el paradero de buses de ese sector.
La comunidad señaló que lo más triste es que esta obra que hace poco se entregó por parte de la administración se podría convertir en un elefante blanco, debido al consumo de alucinógenos, un problema que aqueja a los habitantes del barrio y que involucra en su mayoría a menores de edad.
Los ladrones son un grupo de drogadictos que utilizan dicho espacio para consumir y a la vez atracar, manifestó Pedro Hernádez Edil.