Los Cachorros no se rinden. Con su equipo contra la pared en su primera Serie Mundial desde 1945, Aroldis Chapman sacó ocho inmensos outs para mantener a flote a Chicago con una angustiosa victoria 3-2 ante los Indios de Cleveland, forzando al menos un juego más.

Chapman, el zurdo que desertó de Cuba en 2009, cumplió la actuación de relevo más larga de su carrera, y los Cachorros pudieron celebrar su primera victoria en su estadio Wrigley Field por el Clásico de Otoño en más de tres décadas. Y se acercaron 3-2 en la serie.
«De alta tensión», dijo el primera base de los Cachorros Anthony Rizzo al describir el juego. «Se exhaló profundo muchas veces. Cada pitcheo era más trascendental. Fue increíble. Una gran victoria, nos despedimos de esta afición con una victoria. Ahora tenemos que ir Cleveland y seguir ganando».
Aunque no pudo rematar en su primer intento por coronarse campeón por primera vez en 68 años, Cleveland sigue con la sartén por el mango en esta serie que enfrenta a las dos franquicias con las sequías más prolongadas sin adjudicarse la máxima corona en el béisbol de las Grandes Ligas.