El nuevo billete de 20.000 empezó a ser falsificado, la Policía descubrió a la banda encargada usando brujería, santería y rezos para no ser capturados.
Al momento de la aprehensión, las autoridades encontraron en el lugar un altar con la imagen de la muerte rodeada de ofrendas como manzanas y botellas de licor. Según las autoridades, al parecer realizaban sacrificios para que la Policía no los descubriera.

Llamó la atención de las autoridades que una de las integrantes de la banda tenía tatuado en el brazo la imagen de la muerte y mientras la Policía leía sus derechos se frotaba la imagen sin dejar de mirar al uniformado.
La banda introdujo al mercado más de 500 millones de pesos falsos.