Omayra Sánchez Garzón (28 de agosto de 1972 – 16 de noviembre de 1985) fue una niña colombiana de 13 años, víctima del volcán Nevado del Ruiz durante la erupción que arrasó con el pueblo de Armero, Colombia. Adquirió reconocimiento mundial al estar tres días atrapada en el fango, agua y restos de su propia casa, mientras las cámaras de televisión transmitían incesantemente sus últimas horas de vida. Actualmente, en el sitio donde padeció su agonía, una valla, producto de la investigación que adelanta la Fundación Armando Armero y que hace parte del Centro de Interpretación de la Memoria y la Tragedia de Armero, cuenta su historia.
Tenía 13 años y en el momento de la tragedia de Armero vivía con su hermano menor, su padre y su tía. Su madre, durante la tragedia, se encontraba en Bogotá en un viaje de negocios. Durante el tiempo que Omayra se mantuvo atorada siempre estuvo encima de los cuerpos de sus familiares. Cuando los socorristas intentaron ayudarla, comprobaron que era imposible; para sacarla necesitaban amputarle las piernas. Sin embargo, carecían de equipos de cirugía y podría fallecer; la otra opción era traer una moto-bomba que succionara el cada vez mayor fango en que estaba sumergida. La única moto-bomba disponible estaba lejos del sitio, por lo que solo podían dejarla morir.
La tragedia de Armero fue un desastre natural producto de la erupción del volcán Nevado del Ruiz el miércoles 13 de noviembre de 1985, afectando a los departamentos de Caldas y Tolima, Colombia.